lunes, 23 de noviembre de 2009

Ébano... el mundo visto desde abajo


Leer a Ryszard Kapuscinsky es siempre, para mí, un descubrimiento. Y es, por supuesto, una lectura vital. Lo considero así porque se trata de un autor que antepone por encima de cualquier cosa su visión del ser humano.
He terminado de leer 'Ébano', y como cada libro que he devorado de Kapuscinsky, superó todas mis expectativas. La entrada es contundente: "sólo por una reducción, por comodidad lo llamamos 'África'. En realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe". Habla sobre seres humanos con quienes ha convivido, tan diversos entre sí, que es inútil colocarlos juntos en un sólo recipiente. Y de ahí va en aumento. Pasa por los conflictos inter-tribales, las guerras civiles, los golpes de Estado, los dictadores y déspotas que condenan a la miseria extrema a países completos, la hambruna, la segregación, la discriminación, el tráfico de personas, etc. El cuadro es terrible e hipnótico al mismo tiempo.
Sin embargo, decir que Ébano es un libro que trata sobre África es faltar a la verdad. Es un libro que habla, desde el periodismo del más alto nivel, sobre la humanidad. Como lector instalado en mi contexto, me hace pensar en mi propia responsabilidad para 'co-laborar' en la tarea de la construcción de espacios (no sólo físicos) en los que se pueda estar juntos mejor de como lo estamos ahora.

PD.
Antes de Ébano, leí 'Hablando con el Diablo. Entrevistas con Dictadores', del periodista italiano Riccardo Orizio. Son libros completamente opuestos. Mientras que Orizio apuesta por ver el mundo desde arriba, para mostrar su manejo de las fuentes y su capacidad (muy limitada por cierto) de acceso a personajes famosos que derivan en entrevistas cortas y textos llenos de paja, Kapuscinsky, en cambio, demuestra que sí tiene muchas cosas que decir. Prefiere narrar desde abajo, recorriendo las calles lodosas de los pueblos africanos, contagiarse de malaria, ir a sacar agua del pozo con los niños y las mujeres, ser víctima constante de robos, es decir, tener contacto con la gente; además sus textos tienen una visión histórica que nos ayuda a poner en perspectiva las problemáticas que nos narra... Él se asume periodista, pero en realidad tiene el espíritu de un etnografo...